"ESPERANDO..."

                                                                                                                Magalie F.

"Todavía no hizo el clic", me cuenta mi amiga, cansada ya de estudiar a la par de su hija menor. 

"Estoy esperando que haga el clic", me dice otra, que no ve la hora de que su hijo se anime a ir de campamento. 

"En cualquier momento hace el clic", escucho decir a alguna, que sueña con que su hijita deje el chupete. 

"Ya harán el clic", pienso a veces, en silencio, cuando veo que siguen dejando todo por cualquier lado. 

El famoso clic. Ese mismo que no sabemos muy bien de qué se trata pero que rogamos noche y día que por fin se haga presente. Para que dejen el chupete, los pañales y la mamadera. Para que aprendan a organizarse con la escuela y a estudiar solos. Para que colaboren, para que tomen conciencia de que todo lo que no hacen ellos lo terminamos haciendo nosotras. Para que se animen a hacer esas cosas que hoy no pueden, que hoy los asusta. 

El clic viene a ser para nosotras, las madres, algo así como el "hada madrina" de la fe. Es una mezcla de "Ratón Pérez + Papá Noél + Reyes Magos"... No sabemos muy bien si existe, pero queremos creer que sí. 

El clic es lo que nos permite seguir cuerdas, soportar, aguantar, estirar al máximo el poquito resto de paciencia que a veces nos queda. 

El clic es como una llamita mágica de esperanza que siempre está encendida... que al igual que el "magiclick", esperemos que dure por más de cien años...


(Para mi amiga Sol que, mientras repasa una y mil veces las tablas de multiplicar, espera que el "clic" por fin le toque el timbre).