“Finalmente
decidimos cambiarla de escuela”, me cuenta una vez terminada la consulta,
cuando ya dejamos de ser ella mi médica y yo su paciente, y nos convertimos
simplemente en dos mamás…
“Hicimos todo
lo que pudimos por que se quedara, pero la cosa no daba para más. Uno tiende a
creer que siempre el problema es el otro, así que nos esforzamos por despejar
esa idea. Hasta la mandamos a terapia, pero la misma terapeuta terminó por
aconsejarnos el cambio. Si a ustedes no les caen bien los padres ¿por qué a
ella deberían caerle bien sus hijos?, nos dijo… Y tiene razón”.
“Hicieron
bien, entonces”, le digo… “Hicieron muy bien”.
“Sí, lo
importante es que ella ahora está contenta. La directora de la primera escuela
nos decía que no era bueno el mensaje que le estábamos transmitiendo… Que la
solución no es irse de aquellos lugares donde uno no la pasa bien”.
“¿Cuántos
años tiene esa directora?”, le pregunto. Y entonces ella empieza a reírse de lo
lindo. “Unos cuantos”, me aclara.
“Cuando
éramos chicas no teníamos esa idea instalada ¿no?”, le comento. “Esa certeza de
que estemos donde estemos debemos sentirnos bien. Hoy si un pediatra no nos
gusta no volvemos. Hoy si la maestra hace algo que no nos cierra, vamos a
hablar. No nos resignamos, ni nos quedamos de brazos cruzados. Estamos muy
atentos al trato que reciben nuestros hijos. Yo no tengo recuerdos de que en nuestra época fuera tan así. Yo padecí a más de uno y no me cuestionaba que debiera ser
diferente”.
“Sí, a mí me
pasó lo mismo. Tal vez no nos hacíamos tanto rollo con lo que nos pasaba, y
nuestros padres creo que tampoco”, me dice.
Pero entonces está
bueno hacerse rollo, pienso. Está bueno que nuestros hijos sean tan
conscientes de lo que sienten, de lo que les pasa y puedan decirlo, para
que los ayudemos a cambiarlo. Sí, definitivamente está bueno...
Y también creo, y de eso estoy absolutamente convencida, que no hay nada más sano, valiente y salvador que aprender a irse de aquellos lugares donde uno no la pasa bien.
Y ustedes... ¿Qué piensan?
Totalmente!! pasa en tantas cosas! Yo lo veo en gente que se queja de una empresa donde trabaja y pasan los años y sigue quejandose... si tanto te molesta andate! si, eso pienso yo... hay que ser de valientes para hacer cambios, y es bueno ser valiente.
ResponderEliminarSí, totalmente... es de valientes animarse a los cambios!
EliminarBeso grande, Estrellita.
Salir del status quo incomoda, el miedo a lo nuevo y desconocido petrifica. Y encima tenemos lo mandatos aprendidos por nuestros padres que nos bajaron linea. Hoy sabemos que nos molesta y que no permitiriamos a nuestros hijos esten en un lugar donde nosotros no estariamos. Estos cambios son buenos!
ResponderEliminarSeguramente el haber pasado por ciertas cosas, siendo chicos, nos convirtió en el tipo de padres que somos hoy.
EliminarY estos cambios son MUY buenos!
Besote, Sabri.
Todo se está moviendo diferente. Ya mi padre empezaba a cuestionar a las estructuras que nos hacían mal, vivíamos en La Rioja, y lo trataban de loco.
ResponderEliminarCada vez hay más locos :)
Saludos,
c
Sí, el mundo se fue llenando poco a poco de más "locos", y eso permitió que las cosas fueran cambiando... afortunadamente!
EliminarBeso grande!