28 de abril de 2017

"AMOR ANIMAL"


Mañana es el "Día del animal", así que aquí les comparto la última columna que escribí para "Para Tí Mamá"... porque la maternidad también puede ser perruna o gatuna, no?

Mientras intento escribir esta columna, ella se me acuesta encima… y yo no la saco.

Jamás me hubiese imaginado que volvería a sentir todo esto, tan de mamá primeriza.

Esta cachorra juguetona me adoptó desde el primer día y sin tener que decirnos nada pactamos un acuerdo. Yo le doy de comer, la baño, la saco a pasear y me ocupo de sus vacunas. A cambio, ella me hace feliz. Me parece lo más justo.

A veces los buscamos y otras llegan de manera inesperada, igual que los hijos y, como ellos,  tienen el don de despertarnos los sentimientos más profundos.

Esta “bebé perruna” nos tiene muertos de amor a todos. Con su “papá” juega a las corridas y a los manotazos, las “hermanas” son las encargadas de retratar cada cosa que hace y de llenarla de beso, y yo que soy su “mamá” tengo el trabajo más sucio, y no porque deba limpiar sus necesidades… que también.

Yo tengo el trabajo más sucio porque como toda buena madre soy la que debe ponerle los límites y explicarle lo que se puede y lo que no. Soy la encargada de esconderle el remedio entre la comida, y de distraerla cuando están por ponerle una vacuna. Soy la que la reta cuando rompe algo y la que no la deja jugar con el perro grande de la esquina, por miedo.

Sin embargo, cada vez que vuelvo a casa y ella me recibe como si hiciera meses que no nos viéramos, agradezco el tenerla con nosotros.

Agradezco el haber tenido la feliz idea de que nuestras hijas crezcan junto a ella. Porque desde que llegó a la familia tenemos más responsabilidades, claro, pero debo reconocer que nos reímos más que antes y que hay momentos en que el corazón nos desborda de ternura y de amor del bueno.

¡Feliz día a del animal a ellos, que nos hacen tan felices!



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