"NOVIEMBRE"

                                                                                                                        Nina De San


Diálogo matutino con hija menor que todavía está muy dormida...

- "¡Andá despertándote que ya son las 7.15!"

- "Ya va..."

- "¿Hoy tenés que ir al cole?"

- "Sí, má, es martes. Todos los días tengo que ir."

- "Ya sé..."

- "¡Estoy cansada de que no me dejes ir a la escuela! ¡Todos los días querés que falte!"

Nos miramos. Nos reímos. Es una escena de lo más ridícula.


Diálogo vespertino con hija mayor, que está cansada de estudiar...

- "¡Aprender todo esto no me va a servir para nada!"

- "Yo tampoco sé muy bien para qué te va a servir, pero memorizátelo para la prueba."

- "Vos me enseñaste que estudiar de memoria no sirve, que primero hay que entenderlo".

- Sí, ya sé, y es cierto. Pero hoy no pienses ni razones tanto si te va a servir o no. ¡Memorizálo y punto! Quedáte tranquila que te va a servir... Te va a servir para terminar las clases dentro de veinte días."

Ella se me queda mirando, sabe que el consejo es raro pero de todas maneras decide hacerme caso.


No es novedad, noviembre tiene el don de transformarme en una mala madre.

En noviembre comienzo a ignorar el cuaderno de comunicaciones, me olvido de darles plata, doy consejos políticamente incorrectos, dejo de comprar útiles, ya no tomo lecciones antes de las pruebas, no plancho más chombas, y casi que falto a la última reunión de padres... 

Noviembre me encuentra agotada y pensando sólo en vacaciones. Por suerte llevamos muchos años de convivencia y ellas ya no se asustan de mis comportamientos extraños. Algunas veces se ríen y otras nos ponemos a pensar juntas a qué lugar nos podríamos escapar.


¡¿Y por casa cómo andamos?!