11 de noviembre de 2014

"LOS CHICOS CRECEN..."

                                                                                                                  Elizabeth Sánchez

Nos pasamos mil noches en vela, les cantamos hasta el himno nacional, los paseamos acunándolos por toda la casa, y con la poquísima lucidez que nos queda le rezamos al primer santo que se nos cruza por la cabeza para que se duerman. Y después de unos años... no se nos ocurre qué más hacer para poder despertarlos. "¡Levantáte ya porque no llegamos! "

Les combinamos todas las prendas del ajuar. El enterito, las medias y el gorrito son del mismo color, y si pudiéramos también elegiríamos el pañal haciendo juego. Y después de unos años... terminan usando siempre el mismo buzo que ya da pena, pero que no nos dejan tirar. "¡Así no podés ir!"

Les preparamos el bañito con el agua a la temperatura perfecta y les llenamos la bañadera de juguetitos. Cuando los sacamos les pasamos aceite por todo el cuerpo, les hacemos masajes Shantala y lo disfrutan como locos. Y después de unos años... somos capaces de chantajearlos, extorsionarlos y amenazarlos porque no hay manera de que se vayan a bañar. "¡Hoy te bañás o te bañás!"

Les llevamos a todos lados su juguete preferido, su "objeto transicional", nos desesperamos si no lo encontramos porque sin él no pueden estar, se lo acomodamos en la cunita para que duerman acompañados. Y después de unos años... el animalito de peluche es desplazado por otro objeto sin el que no pueden vivir, que casi siempre es electrónico y altamente adictivo. "¡Apagálo ya porque te lo saco!"

Nos morimos de la ansiedad por oírlos hablar, al primer sonido que emiten intentamos buscarle los mil y un significados. Saltamos de la alegría cuando por fin dicen "mamá" y se lo contamos a todo el mundo. Y después de unos años... ya no sabemos qué hacer para que dejen de hablar un segundo. "¡Dejá de decirme maaaá cada cinco minutos!"

Nos leemos todas las recetas para chicos que existen, experimentamos con todas las frutas y verduras, combinamos olores, colores y sabores y nos matamos de risa de las muecas que hacen frente a los nuevos gustos que van probando. Y después de unos años... cada vez que ponen cara rara frente a una comida lo último que sentimos es ganas de reírnos."¡Comé porque es lo único que hay!"

Los chicos crecen... las cosas cambian.



6 comentarios

  1. El titulo del post ya me dio escalofrios, los chicos crecen rapido, delante de nuestras narices, a veces sin que lo notemos. Cuesta aceptarlo, duele despedirse de ese que fue, porque sera que nunca vemos el beneficio del crecer??? Las horas que volvemos a recuperar, los dialogos que ganamos, los secretos, gustos y momentos que compartimos???

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me tomo con humor el modo en que van cambiando las cosas a medida que crecen, Sabri... Pero no vuelvo el tiempo atrás por nada del mundo! Esta etapa de mis hijas es un poco complicada, pero también es hermosa!!!

      Eliminar
  2. Me encanta saber que,aunque a kms de distancia,culturas diferentes y tiempos diferentes,la maternidad es universal y sentimos todos lo mismo. Besos desde Zaragoza( España)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vos lo dijiste... La maternidad es universal!!!
      Besos desde Buenos Aires (Argentina)

      Eliminar
  3. Entonces el no querer bañarse no es solamente cosa de varones?? Yo no extraño ni un poquito las viejas épocas pero esta época sí que es laaarga!!! Beso!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabría decirte! Justo lo de no querer bañarse no era una vivencia personal.
      Beso grande!

      Eliminar

© madre in argentina
MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ