1 de julio de 2014

"ASUSTADA"



                                                                                                                                        Eban

“¡ESTOY ASUSTADA!”, casi me grita del otro lado del teléfono como respuesta a mi “¿Cómo estás?”. “Me están aconsejando que empiece a comprar mucha comida, que llene las alacenas y la heladera, porque falta muy poco para que no pueda salir más. ¡TENGO MIEDO!”.

No, no se vayan a creer que la pobre está con arresto domiciliario…Sólo está transitando el octavo mes de su embarazo.

Así que respiro hondo, cuento hasta diez, digo ommm, y de todas maneras no consigo sacarme el enojo de encima. Por favor… ¡¡¡Dejen de asustar así a mi amiga y a todas las embarazadas!!!

Dejen de hacerles creer que la vida se termina, que no van a poder salir más, que no van a volver a dormir nunca… Dejen de advertirles que se preparen para una especie de catástrofe.

Yo recuerdo perfectamente que seguí saliendo a la calle después de convertirme en madre… Salí con calor, salí con frío, de día y también de noche. Salí con mochilita, salí con el coche y llevándolas en brazos. Viajé en colectivo, viajé en subte, en taxi y hasta en avión. Seguí yendo al supermercado, seguí yendo al shopping, me encontré con amigas, y hasta pude leer.

Simplemente se necesita un poco de tiempo y de paciencia para encontrar un nuevo modo de poder seguir haciendo las  cosas de siempre. Porque todas, absolutamente todas, más tarde o más temprano, terminamos encontrando la manera…

Aunque durante un tiempo vayamos al baño con la puerta abierta, nos vistamos con ropa casi siempre manchada, carguemos con millones de bártulos y andemos cansadas y medias zombies, poco a poco todo empieza a volver a la normalidad. A esta nueva normalidad.

“¡Relajáte!”, es lo único que se me ocurre decirle.
Ay, si supiera lo caóticamente hermosa en que está por volverse su vida…

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3 comentarios

  1. Hola, Qué linda entrada!! Me recuerda el miedo que sentía cuando estaba por nacer mi niñita (hoy ya está por cumplir tres años). Yo trataba de alejar esos miedos leyendo y leyendo: libros para embarazadas, libros para madres, revistas, blogs, etc. Cómo si necesitara llenarme de tips de cómo actuar ante cada cosa nueva que se me fuera a presentar. Y la verdad que tanta lectura no era necesaria: creo que las mamás (y los papás, claro) traemos una inteligencia natural, ¿instinto?, que nos guía para conocer a ese ser que en principio asusta porque depende 100% de nosotros, pero que día a día nos enseñan a ser padres y no es todo taaaan tremendo cómo uno imaginó. Es mágico, agotador de a ratos, emocionante muuuuy (recuerdo mirarla y llorar de emoción, no poder creer tanta felicidad junta). Así que tu consejo: “¡Relajáte!” me parece la mejor frase para decirle a una futura mamá!!!!

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    1. Qué lindo comentario! Yo también creo que hay una especie de instinto, o como quiera que se llame, que hace que nos iluminemos y sepamos cómo actuar.
      Y recuerdo perfectamente ese sentimiento del que hablas, mirarlas y sentir esa mezcla de emocion y de felicidad juntas.
      Gracias por tu valioso aporte para ayudar a sacarles el miedo a las futuras mamás!!
      Besotes.

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  2. Siiiii! Gracias por tus palabras

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