28 de julio de 2014

"ABSOLUTAMENTE ÚNICAS"



                                                                                 Raquel Díaz Reguera

A pesar de que durante el embarazo leímos todo lo que llegó a nuestras manos para aprender, para estar informadas y preparadas…

A pesar de que nos cuidamos más que nunca, para cuidarlos…

A pesar de que los esperamos con toda la ansiedad del mundo, con todas las cosas que pudieran necesitar, y aún más…

A pesar de que desde el día en que nacieron les dedicamos toda la atención…

A pesar de que los alimentamos, les cambiamos pañales, les pusimos chupetes, les hicimos masajes, les cantamos canciones, los bañamos, los acariciamos, les festejamos cumpleaños, los llevamos a la plaza, los acompañamos al pediatra, les cocinamos, hicimos adaptaciones en el jardín, invitamos amiguitos, los llevamos al teatro…

A pesar de que les sacamos mil fotos, los aplaudimos, les firmamos cuadernos, los despedimos y los esperamos cuando se fueron de campamento, les tomamos la fiebre, los llenamos de besos, les leímos cuentos, les hicimos regalos, los acompañamos a la escuela, los ayudamos con la tarea…

A pesar de todo, todo, todo lo que ya hicimos y seguiremos haciendo, siempre nos va a parecer que lo que hacemos es poco, que lo que hacemos no alcanza.

Porque desde que somos mamás, ya no nos conformamos tan fácilmente…

Ahora queremos ser las mejores, las que siempre se sacan "muy bien diez felicitado" y nunca pero nunca se equivocan.

Porque desde que somos mamás, la exigencia nos persigue y hasta nos quita el sueño a cualquier hora, de cualquier día, por cualquier cosa. La famosa exigencia que no nos da tregua...

Aunque, en el fondo, sepamos de memoria que el secreto  no está en tratar de parecernos a ésa que desde la publicidad sonríe, limpia el piso y prepara un bizcochuelo al mismo tiempo.

Que el secreto está, simplemente, en esforzarnos por encontrar la mejor versión de nosotras mismas…   

Y, sobre todo, aprender a aceptarnos así como somos… mamás imperfectas y llenas de errores, pero totalmente reales y absolutamente únicas. 


(Post publicado en "para ti Mamá" de junio) 




4 comentarios

  1. Claro, únicas!!! Siempre me digo, soy lo mejor que puedo ser hoy, y trataré todos los días de ser mejor aún, pero no voy a ser perfecta nunca, solo intentaré mejorar, nada más.
    Saludos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las mamás perfectas NO EXISTEN!! Aunque la mayoría, de puro masoquistas que somos, sigamos creyendo que sí...

      Besotes, Gaby!

      Eliminar
  2. Que razón tienes querida!! Cuantos lagrimas inecesarias he derramado y seguro que seguiré derramando, aunque yo creo que eso hay que vivirlo, hay que experimentarlo, y que todas lo hacemos, y luego, como se dice aquí en España, a agua pasada, y en la "Madurez" del cuarto año, estoy empezando a aprender a ser imperfecta y no tomarme en serio demasiado lo que haga.
    Como ahora, en vez de poder escribirte tranquilamente en la soledad de mi habitación, tengo un hada revoloteando con una varita mágica y un cerdito en mi hombro haciendo GGGGGG GGGGGGGG!! Besos querida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los años traen experiencia y aprendizaje... Si miro para atrás, pienso cuántas cosas que no valían la pena me hicieron estresar tanto. Pero, claro, como bien decís, hubo que vivirlas para poder saberlo.

      Beso grande para vos y otro para el hada!

      Eliminar

© madre in argentina
MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ