1 de abril de 2014

"DESAFÍOS POSIBLES"




                                                                                                               Laura Chicote Díaz

“¡Vas a ver que te va a cambiar la vida!”… me dice mi amiga, absolutamente convencida, y esta vez no estamos hablando sobre las bondades de la maternidad.

Cualquiera que la oyera pensaría que intenta convertirme a algún tipo de secta o religión, que intenta venderme alguna nueva dieta o terapia… pero no, ella sólo quiere traspasarme su experiencia y entusiasmo, para que de una vez por todas me decida y me anime a manejar.

“¡Ay, ojalá fuese tan fácil!”, le contesto resignada… resignada ya a no perderle el temor  a esto. Me resulta hasta ridículo pensarlo, pero sí, admito que me da pánico de solo imaginarme al volante.

“¡No te puede dar tanto miedo!”, me reta… “¡Hiciste cosas mucho más arriesgadas y complicadas!”.

Entonces intento hacer memoria. Lo más “peligroso” que me animé a hacer fue volar en un avión ultraliviano durante unas vacaciones. Pero cosas así, “arriesgadas y complicadas” como ella dice, no recuerdo haber hecho muchas.

“No, no hice nada que me resulte más difícil que esto de manejar”, afirmo convencida.

Y entonces ella se ríe, se ríe con esa risa contagiosa que tuvo siempre. Se ríe con ganas. Se ríe de mí y de mi repaso mental tratando de encontrar alguna hazaña en mi vida… y obviando lo más obvio.

“¡Sos mamá!, casi me grita ¡Llevaste dos bebés adentro tuyo durante nueve meses! ¡Pariste!”, me dice ella, que aún no tuvo hijos. “Estás criando personas… Después de todo eso, ¡no deberían existir desafíos imposibles!”.

Y yo no sé si será cierto lo que dice, pero cómo me conviene creerle...


Y ustedes... ¿A qué cosas siguen sin animarse?




12 comentarios

  1. Parí pero nunca me tatue... hasta me siento medio idiota escribirlo... porque no lo hice por el dolor!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, parece mentira que haya cosas que nos sigan dando más miedo que un parto, no? A mí también me daría miedo tatuarme!!!

      Beso grande!

      Eliminar
  2. Yo creío que nunca aprendería a manejar.. mi novio me dio un empujoncito y a fines del año pasado me inscribí en una agencia. Rendí el examen y saqué el registro a principios de diciembre. Todo un logro, y realmente creo que me lo dieron porque se apiadó el que me tomó el examen, no sabes lo nerviosa que estaba.
    La verdad es que salí poco a practicar desde entonces, y por lo tanto no estoy canchera. Me cuesta bastante, no puedo negarlo. Me pongo nerviosa, no estoy cómoda.. pero bueno, calculo que es cuestión de seguir insistiendo, y vencer esos miedos.. mi esperanza es que en algún momento me sienta mas confiada. Mi novio me dice que tengo que disfrutarlo. Eso lo veo muy dificil por ahora, pero quien te dice.. y si, hay que animarse... son todos pasitos.. suerte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué genia que pudiste! Bien por ese novio que alentó y dio el empujoncito para arrancar.
      Ojalá yo también me anime...

      Besote!

      Eliminar
  3. Se puede vencer el miedo, yo decidi que no podia pasar el 2014 sin manejar!! Asi que me hice el curso, saque el registro, me compre el auto y estoy practicando; tal vez hoy me anime a sacar el auto sola para ir a buscar a mi hija a la casa de una amiguita a un par de cuadras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también quiero eso! Quiero animarme y no pasar de este año sin hacerlo!!

      Besotes.

      Eliminar
  4. Hace 7 años que le prometo a mi marido que este año hago el curso y saco registro, se lo que era un carburador, para que sirven las bujias, como funcional una caja de cambios secuencial y donde esta el arbol deleva. Pero me aterra mal salir a manejar y mas con las gordas en el auto! Comprendo plenamente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la parte que más me asusta, salir a la calle con ellas atrás. Lo más gracioso es que quiero aprender para poder llevarlas y traerlas de todos lados. Iremos de a un miedo por vez.

      Beso grande, Sabri!

      Eliminar
  5. Yo, con mi primera maternidad recién estrenada, me vi obligada a aprender a manejar. Pensé que nunca lo lograría, bajaba del auto con palpitaciones, mareos, sintiendo íntimamente que me moría... Un año después, un día, de repente, me di cuenta de que disfrutaba enormemente manejar!!! Ahora, a casi cuatro años de mis inicios, me da taquicardia si me entero que no voy a tener el auto cerca, es casi un apéndice de mi cuerpo. Y coincido con tu amiga, la maternidad es infinitamente más difícil que manejar, si podés con eso, podés con el auto y el tránsito, sin duda. Suerte!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, definitivamente debería poder, pero también me imagino con palpitaciones y todo eso que contás que te pasó al principio.
      Yo por el momento veo lejana la posibilidad de sentir el auto un apéndice de mi cuerpo, pero... quién te dice, no?

      Besos!!!

      Eliminar
  6. Te va a cambiar la vida, en eso si eso si estoy de acuerdo !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también intuyo que va a ser un cambio importante, por eso sigo dándole vueltas a la idea!!!

      Beso grande, María!

      Eliminar

© madre in argentina
MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ