La veo hacer unos
malabares increíbles para subir al auto... Tiene el carrito lleno de cosas y dos
bebés. Mientras hace equilibrio con uno, con la mano que le queda libre le abrocha
el cinturón de seguridad al otro. Además
de las bolsas, trae un coche paragüitas, un bolso gigante y una
pelota recién comprada.
Decido
ayudarla. Cómo me recuerda a mí hace unos años.
Me sonríe y me agradece. Juntas
logramos guardar el cochecito sobre todas las bolsas. Le cierro la puerta del
baúl, mientras escucho un “¡A veces se complica!”… y enseguida empieza a sonar una canción de Adriana,
que yo también supe cantar, que dice algo de que “yo tengo una casita que es así, así, con una
ventanita que es así, así, así”…
Mientras
tanto, mis hijas me esperan para guardar juntas las bolsas que traemos.
Subimos
al auto y no terminan de acomodarse, que una ya saca el
ipod, y la otra se manda mensajes de texto con una amiga. En el stereo suena “One
way or another” de One Direction… y en mi cabeza la siguiente pregunta: “¿Cuándo
fue que de aquello pasamos tan rápido a esto?”
Que lindo relato...me encanto...pasa rapido pero todo se disfruta y todo tiene su momento y lugar no???
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