1 de noviembre de 2012

"PRESENTES"

                                                                                                                   María Jesús Alvarez



Ayer hubo fiesta de “Halloween” y tuve que hacer uso y abuso de mi creatividad.

Me pasé buena  parte del día inventando un traje de bruja para mi hija menor.

Podría haber ido a comprarlo, claro, pero ella quería una bruja “especial”, y a mí eso me sonó a: “Hacémelo vos”… entonces lo hice. Aunque después terminara con los dedos enchastrados, el living hecho un desastre y ella yendo a su fiesta con la capa oliendo todavía a pegamento para tela.

Se fue orgullosa de su mamá, “creadora de disfraces”.

Y a pesar de lo mucho que renegué en silencio, debo reconocer que el resultado final me hizo sentir muy contenta. No tanto por el atuendo como por la sonrisa de quien lo portaba.

Cómo se nos juega la vida en esas cosas chiquitas, casi insignificantes, y que para ellos son tan importantes. Ya sea desde comprarles la cartulina que les pidieron en la escuela, hasta hacerles una chocotorta para el cumpleaños.

Nos morimos de la culpa si no llegamos, si se nos pasa, si les fallamos.

Porque en definitiva lo que se pone en juego es nuestra presencia, algo así como decirle al mundo: “Oigan, detrás de este  nene hay una buena mamá”.

Presencia es justamente eso… acordarnos de la reunión de padres, de mandarles las galletitas para el recreo, de buscarlos de la casa de un amigo.

Presencia son esos gestos cotidianos, sencillos, chiquitos.

Son los malabares que hacemos día a día para estar en varios lados al mismo tiempo, para no perdernos nada, para que sepan que cuentan con nosotros, que nos importan.

Finalmente mi brujita llegó agotada y feliz de su primera fiesta de Halloween. El traje fue un éxito, pero… Y sí, siempre hay un pero. Con tanto trajín por la vestimenta no quedó  tiempo de preparar algo rico en casa y lo que llevó, fue comprado a las apuradas.

Hay  mamás que llegaron con las dos cosas.

Esta vez no gané el premio de “Mejormadrequesedamañayademáspuedecontodo”, pero no pierdo las esperanzas… y sigo participando.




6 comentarios

  1. Que lindo!! A mi tambien me da por hacerlo todo yo, los trajes de los festivales, las tarjetas, la decoración, la torta, la comida, los regalitos, todo lo de los cumples de las enanas lo hago yo, y como puedo por que nunca e hecho cursos de nada, y me encanta verles las caritas cuando sus amigas dicen "Que lindo" y ellas orgullosas (y yo babiando) me lo hizo mi mamá, son más felices con algo hecho por nosotras torcido y con olor a pegamento, que con algo comprado y perfecto. Me gusto lo de “Mejormadrequesedamañayademáspuedecontodo” yo tampoco lo he ganado aún, pero creo que voy por buen camino igual que tú.
    Un abrazo

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    1. Vale la pena seguir intentando,no? Aún sabiendo que tal vez jamás lleguemos a obtener el bendito título.
      Besos!

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  2. No importa que no hayas llegado a preparar algo casero para que lleve, estoy segura que ella se sintio la brujita mas especial de todas y con eso ya alcanza y sobra ;) Bien por el empeño! Y estoy muy de acuerdo con vos. PRESENCIA son todos esos pequeños gestos que para ell@s significan TANTO. Un abrazo

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    1. Sí, aunque no siempre las cosas salgan como esperan, ellos saben que estamos, y en definitiva creo que es eso lo que importa.

      Abrazos!

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  3. Precioso como siempre, lleno de amor y ternura. Me quedé con las ganas de ver a esa brujita ;)
    Un abrazo

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    1. Gracias, Yaneth! No es para mandarme la parte, pero la verdad es que estaba muy muy linda!

      Abrazos!

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