17 de noviembre de 2011

"EL LOBO FEROZ"

                                                                                                                                         Mey

Hace varios años ya, me enojé mucho con una chica que cuidaba a mis hijas. 
Era muy dulce con ellas, pero había tenido la poco feliz idea de contarles una historia de su pueblo.

La misma en cuestión, hablaba sobre la existencia de lobos feroces que comían a los niños que se portaban mal. Además de ser terrorífica, era una historia de lo más mentirosa, esta chica había nacido a escasos kilómetros de mi casa, y dudo seriamente que por esos lados hubiera animales salvajes.

Lo cierto es que ese relato causó conmoción en mi hija mayor, que al momento de la narración tenía apenas cuatro años.
Durante noches enteras comenzó a despertarse asustada, temiendo que algún lobo ingresara por la puerta de la terraza dispuesto a comerla.

Después de pasar la primera noche en vela, y maldiciéndola en silencio, decidí hablar con ella e instruirla acerca de los temas que no creía conveniente, tratara con mis hijas de dos y cuatro años.

La lista enumeraba lo siguiente: “Prohibido hablar con ellas de muerte, pérdida, abandono, tortura, secuestro, armas de cualquier índole, ladrones, violación, maltrato, prostitución, sexo, leyendas varias, desnutrición infantil, crisis económica, corrupción, accidentes de todo tipo, enfermedades, extraterrestres, monstruos, fantasmas… y por supuesto prohibido hablar también de animales feroces (o no tan feroces) que hicieran sufrir a los niños”.

Hoy varios años después, me acuerdo de esto y me río. Me pregunto de qué cosas habrá hablado con mis hijas en las horas que compartían juntas.

Ahora que son más grandes, ya conocen el significado de muchas de las palabras “prohibidas”. Es prácticamente imposible impedir que la realidad se filtre por cada rincón… ¡Y qué cantidad de lobos feroces me parece ver por todos lados!

2 comentarios

  1. soy de las que piensan que todas las experiencias son buenas, esta bien instruir a quienes cuidan a nuestros hijos sobre la manera que queremos que lo hagan pero tambien es cierto que si esas personas nacieron en otros lugares y cuentan otras historias, a los chicos les fascina.
    de todos modos, quien controla todo?
    lo mas importante, estar seguras de que los quieren bien.
    muy buen blog, muy buenas reflexiones.

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  2. Entiendo totalmente tu postura, yo creo que haría lo mismo! O sea, siempre que lo hables bien y con buena onda, creo que está bien marcar qué temas preferimos que no se toquen cerca de nuestros hijos, mientras podamos tener control sobre el tema... Porque, como bien dijiste, tarde o temprano se enteran de todooo y ya no hay nada que podamos hacer.

    Un Beso!

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