8 de julio de 2011

"AMENAZA QUE NO ES POCO"

                                                                                                                               May Ann Licudine


Tengo la mala costumbre de amenazar a mis hijas cada vez que se pelean o se portan mal.

Y digo amenaza, porque en eso quedan convertidas mis palabras… en falsas promesas, sobre posibles castigos que me cuesta horrores cumplir.

No soy buena para dejarlas sin ver televisión o invitar amigos. 

Y llegado el momento siempre se me aparece una excusa, una idea salvadora que me permite postergar la penitencia para la ya tan famosa: “próxima vez”.

Las tres sabemos que mis amenazas no sirven, no resultan… como todas las cosas que decimos que vamos a hacer y  nunca logramos llevar a cabo.

Igual, como buenas actrices que somos, nos compenetramos en los papeles que nos toca desempeñar...
 
Entonces se corre el telón y yo me convierto en el personaje más malo, habido y por haber... la madre enojada que grita. Y ellas, en las pobres hijas arrepentidas que lloran.

Esta obrita que montamos juntas,  ya me está resultando aburrida. Y sospecho que a ellas les debe estar pasando algo parecido.

Llevamos varios años repitiendo los mismos textos y lo que es peor... nos sabemos de memoria el final.

Se me ocurre que tal vez, ya vaya siendo hora  de implementar modificaciones en el guión.
  
(¿Cómo se llevan con las amenazas y los castigos? ¿Son de implementarlos? ¿Logran cumplir con lo prometido?)

4 comentarios

  1. Amenazo mucho, implemento poco y cumplo nada. Te cuento que he llegado a recurrir a las copias. Incluso con el de 5 años que todavía no escribe. La anoté en una hoja "ME PORTO BIEN" e hice que lo copiara unas cuantas veces.

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  2. Madre enojada que grita, hijas que lloran.. tus vecinos deben estar chochos de la vida!!

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  3. Familiarizada: me resultó muy gracioso lo de las copias! Una forma alternativa de ir introduciéndolo en la lecto-escritura.

    Sandra: gritos y llantos en volúmenes aceptables... Nada fuera de lo normal, que nos obligue a mudarnos!

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  4. Te entiendo completamente con no poder llevar a cabo los castigos!!!!a mi me pasa hace ya varios años....de todos modos la mejor manera que encontré ultimamente es la intervención del padre.El no cambia de opinión y eso está claro para TODAS(mis hijas y yo) y ya sabemos que si él lo dice lo cumple!(y yo aliviada de no tener que someterme a la culpa de no cumplir penitencias o la angustia de cumplirlas...)

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MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ