6 de mayo de 2014

"FELIZ OCURRENCIA"



                                                                                                                       Viviana Bilotti

Lo más gracioso es que cuando lo dijo nos pareció una buena idea, una idea buenísima…

Porque ya pasamos por el pelotero, por el bowling, por los juegos con láser, por el mago con palomas, por las princesas, por las camas saltarinas, por la disco y por otras tantas animaciones…

Porque ya los vimos comer demasiados chizitos flúo, palitos húmedos,  hamburguesas quemadas, panchos dudosos, pizzas congeladas y demás menúes ofrecidos por el “cátering” de turno.

Porque ya tuvimos muchas piñatas y bolsitas repletas de caramelos, ya escuchamos tanta música a volúmenes ensordecedores, ya pasamos por juegos poco didácticos y por salones de todos los tamaños y colores.

Por todo eso, nos pareció una idea buenísima cuando ella llegó a casa y nos dijo: “Este año para mi cumple voy a hacer una pijamada.”

“¡Que la inocencia les valga!”, hubiera sido genial escuchar de boca de alguien, a modo de aviso.

Si existe algo tremendamente cansador, desordenado y todos los adjetivos que pudiéramos imaginarnos, si todavía nos quedara algo de resto para poder pensar... ¡es una pijamada!

Y es que nuestra hija menor y sus amigas son adorables, sus risas son un encanto, tienen ocurrencias divertidísimas, bailan unas coreografías sorprendentes, y cantan que son un amor… pero cuando todo transcurre de día.

Hizo falta que dividiéramos nuestras energías para poder descansar un poco y estar más o menos presentables cuando vinieran a buscarlas. El, que es más noctámbulo que yo, pidió el turno vespertino. Yo, que soy más amiga de los madrugones, amanecí casi al alba, preparando desayuno para todas.

Y ya llegado el mediodía, después de despedirlas, de limpiar, de ordenar, de tirarnos en el sillón tremendamente agotados, vino el bendito balance, que no pudo ser más que positivo porque, claro, ella estaba contenta.

Eso sí, como a mí el alma de justiciera no me lo saca nadie, me gustaría pedirle por este medio, a quien haya tenido la “feliz” ocurrencia de inventar las pijamadas: “Por favor, ¡¡¡¡dígnese a dar la cara!!!!”







6 comentarios

  1. jajaajajajajajaja me hiciste reir mal, yo me cuestiono hoy poy hoy la salud mental de los animadores de los peloteros,y pregunto quien fue el primer sadico en poner esto de moda??!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tomárselo con humor, es una buena forma de tomarlo!
      Yo me sigo preguntando lo mismo, Sabri.

      Besote.

      Eliminar
  2. Jajaja! Asi es... yo tambien lo pase... y cada tanto lo paso.... no se termina nunca!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nooo!!!! Parece que tenemos pijamada para rato... =)

      Besote.

      Eliminar
  3. …Por curiosidad… ¿a qué edad empiezan a pedir pijamadas de éstas? Habitan en mi casa una de 6 y otra de 4 ¿Cuánto tiempo me queda de disfrute sin inquilinas a dormir? Ay, qué fatiga...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para tu tranquilidad, comienzan a organizarlas mas cerca de los 9 o 10 años. Lamentablemente aún no se han reglamentado leyes que impidan hacerlo antes de esas edades... así que mi consejo es que de a poco vayas haciéndote a la idea. Va a pasar de un día para el otro y, por experiencia, te digo que siempre es mejor estar preparada psicológica y emocionalmente para poder afrontarlo.

      Beso grande, amiga! Y sí, qué fatigaaa.

      Eliminar

© madre in argentina
MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ