25 de abril de 2014

"HAZ LO QUE YO DIGO..."


                                                                                                                      Gustavo Aimar

Me quejo, reniego, grito un poco, amenazo y hasta pongo penitencias… 

Y sí, hay momentos en que me sale la bruja de adentro, que es más malvada que “la brujita tapita”, aquella que vivía en un tapón y que supieron conocer mis hijas en el jardín, porque esta bruja, la mía, es capaz de incautar lo más preciado del momento… el adorado Ipod.

Y es que, a veces, me dan ganas de maldecir en todos los idiomas el avance tecnológico en el que nos encontramos inmersos.

Cuando era chica, y jugaba a la mamá, mis hijos imaginarios comían, dormían, hacían los deberes, se cambiaban de ropa, lloraban, iban al doctor y hasta se portaban mal, pero nunca, jamás de los jamases,  jugaron con un Ipod.
¿Cómo podía imaginar que esto resultaría tan pero tan diferente a esa primera aproximación a la maternidad vivida en mi niñez?

Intento distraerlas con cosas más interesantes, programo salidas, ideo actividades, pero siempre terminan llevándolo a todas partes con ellas.
Y las muy inteligentes y atrevidas hasta son capaces de poner en palabras algo que yo me niego a ver… “Te quejás de nosotras y vos hacés lo mismo. Estás todo el día con tu teléfono de acá para allá”.

Mmmm, bueno, sí, lo admito… A mí me pasa algo parecido. Si no lo tengo... ¡lo extraño!

La tecnología nos acerca, nos conecta, nos comunica, pero también nos aleja de este presente inmediato, de este aquí y ahora. Mientras mantengo un chat por WhatsApp con alguien, mientras chequeo un mail, mientras busco alguna información en Google, me pierdo otras cosas que están pasando acá, al lado mío. ¡Exactamente lo mismo que intento hacerles entender a mis hijas!

Y una que se sabe de memoria eso de educar con el ejemplo lo intenta, se esmera, le pone toda la onda y la buena voluntad del mundo… ¡¡¡Pero qué difícil que resulta a veces!!!


¿Y por casa cómo andamos?





8 comentarios

  1. En casa ya tengo dos de tres hijos para decirles "dejá el teléfono que vamos a cenar/conversar/xx". A mí no me pueden acusar de nada porque mi teléfono es vintage y no tiene whatsapp....
    Y con los dos más chicos la compu y la play no se usan de lunes a viernes.
    Que me acusen de mandona, no me importa!

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    1. Yo también tuve mi teléfono vintage sin 3G y me podía dar el lujo de imponer horarios, pero desde que estoy tan techie, se me juega en contra totalmente.
      Qué envidia me causan tus lunes a viernes sin compu ni play!!!

      Beso grande.

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  2. Ayyyy dios podría ser autorefencial este post, podría ser mi vida contada en pocas lineas. Fue el debate de esta semana, ya no llamamos para pedir la tarea "wharsapeamos", un grupo de facebook para las mamas del jardín y encima el mail para el laburo, creo que a los 40 llego con túnel carpiano. Para rematar tomo el gustito al ebook. La tecnología nos acerca y facilita pero nos aleja en la misma proporción.

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    1. Sí, Sabri, totalmente! Cada vez tenemos menos contacto directo con la gente que nos rodea. Y de los chicos mejor ni hablemos. Acá también las tareas dejaron de pasarse por teléfono, donde por lo menos hablaban...
      En fin... Tiempos modernos.

      Besotes!

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  3. tan identificada me siento con eso de que hay que educar con el ejemplo!! pero bueno a veces trato de desconectar una cosa y conectar otras , muy difícil mantener un equilibrio... pero tampoco uno pude no aggiornarse!! cariños

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    1. Es difícil, Nati! Una termina haciendo cosas que intenta por todos los medios que ellos no hagan. ¡Pura contradicción materna! ;)

      Besote!

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  4. Interesante lo que contas, tengo un post que se llama "Las mamas tambien gritamos" y si la tecnologia es un temon!

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© madre in argentina
MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ