14 de mayo de 2013

"DELICADO EQUILIBRIO"

                                                                                                                            Ester García

"No te preocupes...", intento consolarla, "... seguro que con unas pocas sesiones empieza a andar bien". "No me preocupa que tenga que ir a la psicóloga, lo que me angustia es que no sé cuándo ni cómo voy a poder llevarlo", me contesta mi amiga al borde del llanto.

Así andamos... tan sobrecargadas, abrumadas y exigidas, tan llenas de horarios y actividades, que cualquier cosa nueva que aparezca, cualquier imprevisto, logra desestabilizarnos.

El día a día está tan prolija y cuidadosamente planificado, que no hay espacio para contratiempos. La semana se parece tanto a un rompecabezas, que si movemos una ficha corremos el riesgo de que se desarme por completo.

Cada vez que hacemos una consulta, rogamos que no necesiten fonoaudiología, lentes, plantillas ni brackets, ya no por lo que significa en sí, sino por el tiempo que esas cosas representan.

"Sería ideal que hiciera natación", le recomienda la pediatra a mi hija menor, y yo me la quedo mirando atónita como si en lugar de sumergirse en una pileta le estuviera proponiendo practicar boxeo. "Sí, sería ideal...", pienso, "... porque en la vida real no va a ser posible".

Y mientras anoto la sugerencia para no olvidarla, repaso mentalmente el cronograma de la próxima semana, a ver si estoy de suerte y encuentro un espacio libre para tomar clases de malabares... que aunque no estoy segura de que esto sea lo mío, por lo menos tengo la certeza de que será de gran utilidad.




4 comentarios

  1. No les pasa que no se alegran cuando traen una invitación para un cumple? A mí Si! Enseguida empiezo a pensar qué día cae, qué actividad hay que suspender, qué modificaciones en el recorrido con el auto!
    soy una madre terrible?

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    1. No, no sos una madre terrible! A mí me pasa lo mismo. Los cumpleaños que se festejan en días de semana atentan seriamente contra el "delicado equilibrio" logrado.

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  2. Es el dia a dia en que vivimos.

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