12 de marzo de 2013

"PEQUEÑAS TENTACIONES"

                                                                                                                      Ida Pearle

Se la sacamos de los brazos, sin pedirle permiso. Por suerte ella es de las que prestan, de las que convidan...

 “Acuchicuchi, … ¡Ay, que te como! ¡Ay, que te como!”… Y encima esta preciosura se deja hacer de todo.

¡Qué tontos podemos ponernos los adultos cuando estamos con un bebé!

“¡Qué linda!... ¡Ay, qué nena más linda!”, y le llenamos el cuellito de besos…
“¡Aaaaaaah, que me caigo, aaaaaah que me caigo!”… 

Estamos transportados a otro mundo, tanto que ni siquiera nos da un poco de vergüenza el terrible espectáculo que estamos dando. Ella se mata de la risa y no nos importa nada...  

¿Acaso existe algo más lindo que un bebé?

“¡Se la llevan ahora y me la devuelven a la noche!”, nos dice su madre, un poco en broma un poco en serio. La oferta suena tan tentadora... Y es que en momentos así me agarra tal nostalgia que soy capaz de cualquier cosa.

Pero claro, una debe ser lo suficientemente inteligente como para recobrar la cordura y recordar que esta es solo una etapa, que después crecen… Supongo que por eso hemos decidido tener dos y no más.

Así que después de sacarnos las ganas y disfrutarla como locos, la devolvemos a su progenitora y seguimos rumbo.

“Hoy lo que más me gusta de un bebé, es que sea de otro”, me dice mi marido absolutamente convencido, y yo... yo no sé qué responderle.


                                                                                             


4 comentarios

  1. jaja!! tan cierto!! yo cuando estoy con bebes chiquitos me tientooo!! tendria miles. pero mi marido se encarga de recordarme la parte "no rosa" de la maternidad y recapacito... creo que con 2 ya estoy hecha...igual quien te dice? ;)

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    1. Los maridos nos hacen recordar y recapacitar... vos lo dijiste.
      Besos!

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  2. Jajaja tal cual. Cada vez que le digo a mi marido que no quiero que este bebe sea el último me dice q se lo recuerde a la noche cuando yo lloró de cansancio por que nuestro hijo no duerme y mi hija se porta mal todo el día !

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    1. Es que los bebés son tan tentadores... Pero es cierto que hay que saber mirar un poco más allá, y tomar ese tipo de decisiones con los pies bien sobre la tierra. ¡Ojalá que pronto puedas volver a dormir!

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