22 de diciembre de 2011

"GRANDES COMPAÑERAS"


                                                                                       Cristina Quiles

Cuando mis hijas eran chiquitas me cuidaba mucho de no llorar delante de ellas.

No quería que perdieran esa imágen de padres super-héroes, y es sabido que los super-héroes no lloran.

Pero ahora que son más grandes ya no me escondo. Me han visto llorar varias veces.

Me han visto llorar de emoción y también de puro cansancio.

Me han visto llorar de angustia y también de alegría.

Me han visto llorar por cosas importantes y también por otras sin trascendencia.

Y es que a medida que crecieron, fueron entendiendo que sus padres somos dos personas de carne y hueso, imperfectos... que dudamos, que probamos, que nos equivocamos, que nos arrepentimos.

Ahora, cuando me invade el llanto, ellas saben quedarse a mi lado en silencio, o dándome ese abrazo que tanto necesito.

Y es en momentos así, donde las lágrimas van dejando lugar a otros sentimientos.

Van dejando lugar a la emoción y al orgullo, de ver que mis nenas chiquitas, se han ido convirtiendo en grandes compañeras.


5 comentarios

  1. Nada más educativo que nuestros hijos descubran todas las manifestaciones de nuestro arco emocional en nosotros, sus padres.

    Los hombres lloran, las mujeres y los niños también. En la empatía está el compañerismo.

    Yo también hacía bastante que no pasaba por tu blog, y tus últimas entradas reflejan sentimientos y sensaciones que comparto plenamente: el frenesí del cierre de año, los excesos y el mal que nos hace todo eso a grandes y chicos. Todo muy auténtico, como tus lágrimas de cansancio a veces.

    Un beso!

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  2. Uy, sí... cómo hace llorar el cansancio. Diciembre se nota en el cuerpo.
    Te mando un beso grande y nos seguimos leyendo!

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  3. El cansancio abre una gran ventana de sensibilidad en mi. Cuando estás cansado sentís que todo te sale mal, que todo te lo hacen a propósito, que todo es custa arriba y cualquier tras pié basta para deshacerme en lágrimas! y pobre mi hija, que con sus cortos 2 años y medio, que me abraza y me dice "¡no llores mami. yo te voy a dar muchos besitos para que te sientas mucho mejor!" y ahí me armo como puedo e intento sacar energías de donde pueda para poder terminar el día de la mejor mamera posible!

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  4. luforero@hotmail.com29 de junio de 2013, 21:01

    Que lindo ver como crecen los hijos y advierten los sentimientos de los padres, de los mayors. Ojala tanto ellos como nuestros bellos nietos crezcan con estos valores llenos de sentimiento y que comprendan sobre todo el grande amor de las madres con todo el dolor en el parto y el sufrir al transcurrir la infancia, la niñes y la adolecencia de sus nenes. Bendiciones.

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    Respuestas
    1. Está bueno que descubran, en algún momento, que no somos super héroes!

      Beso grande!

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