10 de noviembre de 2011

"ALLÁ LEJOS, Y HACE TIEMPO"...


                                                                                                                      Kyle M. Stone

“¿Cómo que cuando eras chica no había computadora?” me dicen entre sorprendidas y divertidas mis hijas, esperando que me ría, que les diga que no, que es un chiste.

“Tampoco había celulares”, les digo. “Ni dvd, ni wii… En mi casa hasta que tuve diez años, no teníamos ni teléfono”.

“Pero… ¿dónde vivías?”, me preguntan al borde de la desesperación, como si vinieran a enterarse de que su madre es de la época de las cavernas.

“Es que la vida cambió mucho en poco tiempo”, les explico, y me remonto mentalmente a mis nueve o diez años en que viajaba sola en colectivo hasta la escuela de arte.

Hay cosas que me entusiasma contarles. Como la alegría de recibir mi primer walk-man. “¿Tu primer qué?”, preguntan a dúo como si en lugar de inglés estuviera hablando en mandarín.

Les cuesta creer que iba sola a la escuela, y no pasaba nada.

Y es ahí donde lamento que la vida haya cambiado tanto en tan poco tiempo.
Que la realidad me haya convertido en una mamá sobreprotectora.

Ahí es donde añoro la libertad que mis hijas perdieron desde antes de venir a este mundo, por el solo hecho de haber nacido en esta época, tan diferente a la mía.

 Ahí es donde intento hacer hincapié en la importancia de los avances tecnológicos, para no quedarme aferrada a las cosas tremendamente valiosas que existían, y hoy...  ya no existen. 

(¿Qué tipo de cosas vivieron de chicas y lamentan que sus hijos no puedan experimentar ahora?)


7 comentarios

  1. Alguna vez escuché una frase de alguien que decía: hoy los chicos tienen mucho mundo, pero poca calle. Y creo que es así... Los avances tecnológicos hacen que los chicos se enteren rápidamente lo que pasa en todos lados, que estén constantemente comunicados, que manejen todos los aparatos modernos con tanta facilidad como si lo aprendieran en la panza de su mamá, y sin embargo no se saben desenvolver en la vida como lo hacíamos nosotros: no viajan solos en colectivo, no los podemos mandar a comprar algo al almacén de la vuelta, no cruzan solos la calle... Yo me acuerdo que a los doce años me tomé el colectivo con mis amigas y nos fuimos solas a comer a McDonald´s o en verano me quedaba con otros chicos en la plaza hasta las 8 de la noche... La verdad, lamento mucho que hoy mis sobrinas no lo puedan hacer...

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  2. Hola!!! Si es exactamente lo que vos contas. MI mama trabajaba y con mi hermana estabamos solas en casa todo el dia, viajabamos a la colonia, ibamos al colegio en bondi. Yo empece a los 9 y llevaba a mi hermana de 6. Nos pasaron cosas, una de ellas las cuento aca;
    http://solootraaficionada.blogspot.com/2011/02/no-me-puedo-callar.html

    Mucho mundo y poca calle, tal cual! No se como seran de adultos si no pueden aprender a cuidarse ahora, porque el mundo es demasiado peligroso para dejarlos. El problema es que los tratamos como de cuatreo y tienen 12 o 14.
    Hay cosas que son una lastima, muy buena reflexion!

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  3. Yo no tuve nunca mucha calle, la verdad... Pero ni las cosas mínimas que sí hacía, como ir sola al almacén de la otra cuadra, son practicables hoy en día para los chicos...

    Hay que encontrar la manera de compensarlo! Pero no se me ocurre cómo...

    un beso!

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  4. Cuantas cosas hermosas que vivimos, y que hoy suenan a "situaciones de riesgo", recuerdo las tardes de verano cuando los chicos del barrio nos juntabamos en alguna esquina, andar en patines o simplemente comer jugosas mandarinas a la sombra de un árbol para planear alguna travesura o sacar desopilantes conclusiones sobre la vida de la "señora viuda de la otra cuadra con aspecto de bruja maléfica" , era nuestra hora favorita por que no "caminaba ni un alma por la calle"
    Cariños y gracias por "desempolvar" mis recuerdos.

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  5. si tus hijas se sorprenden de las cosas que no tuviste de niña a mi tratan como si viniera de otra galaxia cuando les cuento que con mis amigos del barrio pasabamos hora en la plaza cazando mariposas o que ibamos a ver 3 pelis al cine del barrio, por supuesto solos , o que a la escuela iba en tranvia siendo muy chica, y que nos entreteniamos escuchando Tarzan en la radio
    Sabiamos mucho mas de lo que pasaba fuera de casa pero cada epoca trae lo suyo de bueno y de malo y cuantas cosas me enseñaron ellas a mi, lo bueno es que mis historias les siguen gustando mucho.

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  6. Nosotros jugábamos en la calle, con la puerta de casa abierta...las bicis en la vereda. De vez en cuando, algun papa, nos llevaban en un falcon rural a todos los chicos del barrio a un cine de barrio a ver 3 peliculas seguidas de Disney. En la sala del teatro éramos todos chicos, ningun padre se quedaba... y veiamos contentos la peli con nuestra cajita amarilla de mani con chocolate.

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  7. ¡Cuántas cosas cambiaron! ¡Qué nostalgia!
    Gracias a todas por haber compartido una vuelta al pasado.

    Besos.

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