"CREANDO CONCIENCIA"

                                                                                                                            Loreto Pinedo

Desde muy chica, en la escuela, me inculcaron eso de no andar tirando basura al piso. Las maestras no se cansaban de repetir una y otra vez que si teníamos un papel y no había ningún tacho cerca, debíamos guardarlo en el bolsillo hasta que encontráramos uno.

Y supongo que ese tipo de cosas, enseñadas con tanta dedicación y esmero calan hondo, porque jamás me atreví a tirar nada en la calle.

Lo cierto es que ahora, nuestra hija menor es la encargada de concientizarnos sobre otros aspectos… y es que la niña resultó ser una recicladora en potencia.

Donde una ve una botella de plástico vacía, ella ve un posible florero. Donde una ve una caja de leche que ya no sirve, ella vislumbra un futuro monedero. Donde una ve papeles que estorban, ella propone una escultura en maché.

Por eso debemos mirar para ambos lados antes de atrevernos a desechar  algo sin su permiso, no vaya a ser que nos descubra cometiendo semejante delito…

Debo admitir que después de tantos años de escuchar “¡Tirálo en el tacho!”, no me resulta fácil lidiar ahora con el “¡No lo tires!”.

Pero así son las cosas… los hijos nos enseñan a cuidar y preservar el planeta que les dejamos. A su manera intentan que tomemos conciencia y que vayamos cambiando algunas actitudes.

Por eso ahí andamos... aprendiendo a convivir con estas nuevas modalidades, pero sobre todo, a no tropezarnos con las setecientas millones de artesanías que esta pequeña recicladora va dejando a su paso.