Si hoy a nuestras
hijas se les ocurriera preguntarnos, al igual que Mafalda, si su educación
la tenemos planificada o la vamos improvisando, les responderíamos... "improvisando".
A pesar de que la palabra “improvisar” a veces tenga mala prensa, a veces suene a que
uno no se ocupa del asunto y finalmente lo resuelve como puede.
Y es
que allá lejos y en el tiempo quedaron, por suerte, aquellos padres idealistas
que alguna vez supimos ser. Aquellos con una lista llena de deseos y soñando con proyectos para sus hijas, aún
desde mucho antes de conocerlas realmente.
Así
que “improvisar”, para nosotros, tiene más que ver con tomarnos la responsabilidad y el trabajo de ir descubriendo sus habilidades y sus gustos a medida que crecen, en lugar de mantenernos rígidos en cuestiones decididas de antemano que hoy no les servirían.
“Improvisar”
tiene más que ver con animarlas a ser lo que quieran ser, con dejarlas hacer aquello que les guste, porque creemos que gran parte de la fórmula de la
felicidad reside ahí… en hacerse cargo de la vocación y apropiársela, sea cual
sea ésta.
Sí,
somos unos “improvisados” porque estamos
dispuestos a barajar y a dar de nuevo, si es necesario. Porque queremos que sean muchas cosas, pero sobre todo queremos que sean felices...
Y es que a pesar de las modificaciones, ese deseo sigue siempre ahí, inamovible, ocupando desde hace años, el primer puesto de nuestra lista.
Y es que a pesar de las modificaciones, ese deseo sigue siempre ahí, inamovible, ocupando desde hace años, el primer puesto de nuestra lista.
que lindo post! :) lo comparto
ResponderEliminarGracias!!!
Eliminarbesos.
buen post, yo era rígida y planificadora antes de ser madre, ahora... bueno... estoy en plan de relajarme y ver qué es bueno para él
ResponderEliminar"Estoy en plan", jaja, reaparece la planificación... :(
ResponderEliminarY es medio inevitable... pero al menos está bueno que sea en función de las cosas que a ellos les gusten y les interesen, no?
EliminarBesos!