Y una que de chica se miraba todas las novelas y siempre pero siempre se identificaba con la protagonista, la heroína buena, de grande se da cuenta que la vida le ha asignado el otro papel... el de la antagonista, la despreciable y temerosa "mala".
Sin saber cómo ha sucedido, ni cuándo, un buen día descubre que pertenece al bando contrario, al de las villanas que hacen sufrir.
Porque se la pasa prohibiendo cosas... "Todavía son muy chicas para eso".
Porque niega permisos... "No, no pueden, estamos por cenar".
Porque repite todo el tiempo frases que molestan... "¿Ya hicieron la tarea?"
Porque insiste con temas de lo más tediosos... "Ordenan y se van a bañar".
Porque todo le parece inadecuado y/o peligroso... "No, no, eso sí que no. Ni lo sueñen."
Porque impone sus ideas... "Les digo que hace frío, pónganse campera".
Pero qué malas, malísimas, malvadas y maléficas podemos ser las madres, a veces.
Y también qué insoportables...
jaja muy cierto soy una de esas antagonistas, pensar que me gustaba tanto creer que era la buena de la novela!
ResponderEliminarBesos
Nos dieron el papel equivocado!!!
EliminarBeso grande.
jajaja que bueno me encanto .Peor es como me llaman mis hijas ya le salio el sargento, 8 y 9 años quede con la mandibula por el suelo jeje besos
ResponderEliminarBienvenida al bando de "las malas"!
EliminarBesos.
siiiiiiiiiiiiiiiiiiii! a todo siiiiiii! Yo, la peor de todas!
ResponderEliminarAh, no, no! El premio está muy peleado entre unas cuantas, nada de auto nominarse la peor.
EliminarBesos!