Siempre, pero absolutamente siempre, te encontrarás con alguien dispuesto a opinar sobre tus gustos y
criterios a la hora de tomar decisiones que tengan que ver con tu hijo.
Ya no sólo los familiares y amigos se sentirán con derecho a
voz y voto. Pronto te sorprenderás de la
cantidad de gente, perfectos desconocidos, que se alistan para criticar o
simplemente poner en tela de juicio cada cosa que hagas.
Que por qué le das la
teta siendo tan grande, que por qué se la sacás siendo tan chico…
Que por qué lo pelás o le ponés aritos, que por qué le dejás
ese pelo y no le perforás las orejas… Que por qué lo dejás
llorar hasta que aprenda a dormir solo, que por qué te lo llevás a tu cama y sos partidaria del
colecho…
“Así no”… “Lo vas a malcriar”… “¿Pero quién te dijo eso?”… “Te
está tomando el tiempo”…“En mi época ”…
¡Auxilio! ¡Dan ganas de salir corriendo!
Y es que frente a cada decisión que tomes, te encontrarás
con opiniones a favor pero también con
millones en contra.
Parecería ser que
todo el mundo se olvida de que hasta que ese bebé sea lo suficientemente mayor
como para andar solo por la vida, es “nuestro”.
Y eso, ¿qué significa?... Que por el momento, tenemos derecho
a elegir lo que consideremos que vaya a
ser lo mejor para él (y también para nosotras).
Ya sabemos que no vienen con un libro de instrucciones bajo
el brazo, y tenemos bastante por aprender.
Así que habrá que ir probando, experimentando, descubriendo qué cosas le hacen bien a esta personita que todavía no conocemos
mucho.
Y seguramente, como pasa a veces con todo lo nuevo, también nos equivocaremos.
Sin embargo yo sigo pensando, que a pesar de las tantas,
tantísimas veces que pueda pasarnos, sigue siendo preferible equivocarnos por haber seguido nuestro propio instinto.
Por haber escuchado esa
vocecita interna que nos aconseja sabiamente… Siempre que tengamos la
inteligencia, la paciencia y la lucidez, para dejarla hablar.
(Post publicado en revista "Para Ti Mamá" de diciembre)
(Post publicado en revista "Para Ti Mamá" de diciembre)
comparto. con ese mismo criterio elegí el jardín maternal para mi niño, escuchándome a mí, respetando lo que yo sentía cuando metía el pie dentro del lugar donde dejaría a mi hijo, atenta a esa cosa que nos corre por el cuerpo y nos guía. sólo nosotras sabemos. y ojo que no creo en un instinto biológico, sino en el estar atenta a lo que nos dice el corazón, siempre.
ResponderEliminarAbsolutamente! Es una sensación que se vive en el propio cuerpo... y creo que pocas veces falla.
EliminarBeso!
Y de repente...TODOS son expertos en crianza...
ResponderEliminarCreo que ninguna se libra (ni se librara) de las criticas y #ConsejosNoPedidos ...
Por eso, a seguir escuchando nuestra vocesita interna, como vos bien decís, rara vez falla ;)
Hay que aprender a escuchar menos para afuera, y más para adentro.
EliminarBesos!
Hola buscando otra info encontré tu blog, me encanto! comparto 100% estoy harta que me digan que creen que es mejor para mi hijo (un bebote de 1 año y 8 meses)por suerte aún no me influyen pero cansan los consejos no pedidos!!
ResponderEliminarBesos
Si hay algo que nunca pero nunca faltan son los CONSEJOS, no?
EliminarEspero volver a verte por acá!
Besos.