“Si
querés tener otro bebé, tiene que ser ahora”… me suelta mi hija mayor como si
tal cosa, mientras desayunamos juntas.
A
esta hora, apenas si tengo la lucidez necesaria para untar la
tostada con mermelada, pero ella se ve que estuvo pensando mucho en el asunto, porque sigue
de lo más resuelta...
“Después no vas a poder. ¿Mirá si te dan ganas de tenerlo como a los cincuenta? ¡A esa edad ya no vas a poder!”.
Me pregunto si realmente está intentando convencerme, o si sólo pretende
demostrarme que ya conoce a la perfección el comportamiento del cuerpo femenino…
“Si
lo tenés ahora ya sabés que no te vas a quedar con las ganas. Nosotras (su
hermana y ella), te vamos a ayudar”.
Es
tal mi cansancio todavía, que no me salen las palabras para responderle.
“Ya
estamos grandes, imagináte qué lindo volver a tener un bebito en casa”.
Hago
un esfuerzo por contestarle, las palabras ya llegaron a mi cabeza, pero todavía
no tengo la coordinación necesaria para poder ponerlas en voz alta, maldito
insomnio…
“Si
necesitás, puedo faltar a la escuela para quedarme a cuidarlo”, y se ríe.
“Es que debe
ser muy feo darte cuenta, más adelante, que te quedaste con ganas de tener otro
hijo”.
A
esta altura de su monólogo, yo ya estoy llena de preguntas…
“¿Cómo se le puede ocurrir que tendría otro bebé en este momento? ¿Será posible que
me venga con estos planteos a las 7.30 de la mañana? ¿Existirá
arrepentirse por no haber tenido un hijo más? ¿De dónde podría sacar la energía
necesaria para empezar otra vez de cero? ¿Acaso no me falta una eternidad, todavía, para cumplir los cincuenta?
Y
cuando por fin mi boca parece empezar a estar en sintonía con mi cabeza, ella salta con un…
“Acordáte
que hoy me voy a lo de”… y ya está en otro lado, así de rápido funciona su
cabecita, mientras la mía todavía queda sumergida en el tema anterior, y para
peor... sigo llena de preguntas, pero sin ninguna respuesta.
jaja me encanto así que se viene un tercer bebe talvez? No podes dejar a la nena con las ganas de cuidar un hermanito, eso si no esperes a cumplir 50 :)) jaja. Creo que fue muy clara no tenía dudas de nada sólo que quiere un hermano más, y a ella le sobra la energía que a uno le falta a estas alturas de la vida y a esa hora de la mañana:).
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, a ella por suerte le sobra energía! Pero a mí no me alcanza ni para responderle que es imposible, esta vez tendrá que quedarse con las ganas...
EliminarBesos!
Madre querida que planteos!! Tendrás que cumplirle el deseo no...? :P
ResponderEliminarPasaba para contarte (no se si sabes) que salimos en la revista ELLE de Octubre!!! Si señora, es usté famosa. jeje! Mira: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.495954950423451.121078.202185599800389&type=1
¡No sabía nada! Gracias por avisarme...
EliminarVoy corriendo a comprarla.
¡Besos y felicitaciones también para Usted!
¡Es valiente hasta planteárselo hoy por hoy! Te admiro. Yo siempre digo que la naturaleza me dio dos manos, dos piernas y dos pies. Por eso me planté en dos hijos, y no me arrepentiré nunca. Pero todo es muy personal. Y si viene otra/o, es obvio que será bienvenida/o.
ResponderEliminarUn beso!
¡No viene otr@! Yo también me planté en dos por las mismas razones. Ahora sería conveniente que ellas lo entendieran, ésa es la parte más difícil...
EliminarBesos!
jaja que genia! Te agarro dormida y hasta tenía pensados los argumentos, yo tampoco hubiese sabido que contestarle en absoluto. Un saludo!
ResponderEliminarSaludos, Pili! Gracias por pasar.
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