Volvimos más descansados, con un color más saludable que el que llevamos, con nuevos amigos, con exceso de fotos, de anécdotas y deseando que esos días no se terminaran nunca… andamos un tanto nostalgiosos.
Ah, y mis
hijas se trajeron unos cuantos centímetros de más cada una. Vaya uno a saber de
dónde los sacaron pero están mucho más altas que cuando nos fuimos, esos misterios
de las vacaciones que una nunca termina de comprender.
No sé si
habrá sido el sol, el agua de mar, la falta de internet, o simplemente las
comidas...
La
adolescencia ya casi se apoderó de la más grande, y le viene pisando los talones
a su hermana, que dicho sea de paso, no hace
ningún esfuerzo por evitarla.
La muy
descarada parece aprovecharse de estos meses en que una anda como distraída,
más despreocupada y permisiva y se instala nomás como pancho por su casa…
Hasta que a
una se le ocurre prestar más atención y ahí nota que las piernas de la mayor se
han vuelto infinitas, y que la menor ya no se pone en puntas de pie para llegar
al tarro de las galletitas.
Así andamos por estos lados… con hijas más grandes, y ¡ya de vuelta!
Y ustedes... ¿Cómo andan? ¿Qué vienen haciendo estas vacaciones?
¡Qué lindo! Quiero irme al mar!!!!
ResponderEliminarBienvenida! :)
Gracias :) Y yo me quiero volver a ir!!! Ojalá puedas hacerte aunque sea una escapada.
EliminarBeso grande!!!
Jajaja los adolescentes son terribles! Y es muy gracioso si son hermanos mayores, como sus hermanitos tratan de imitarlos :D
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