Melanie Florian
A ella le gustan esas madres como las que aparecen en las publicidades…
Le encantan las
mamás que hornean bizcochuelos esponjosos y amasan pastas caseras.
Que saben coser, bordar y hasta abrir la puerta para ir a jugar, porque tienen todo el tiempo del mundo.
Que riegan
las plantas del jardín y cortan las flores más lindas
para armar un ramo y ponerlo en la mesa.
Que
desenredan cabellos hasta la cintura con la sonrisa instalada en la cara, y curan heridas y raspones a los besos.
Que se dan
maña absolutamente para todo, y jamás de los jamases se quejan de nada.
Pero sólo tiene diez años y una ilusión a prueba de balas, así que me quedo callada, me abandono a ese beso sonoro que me regala entre risas... y le sigo creyendo cuando me dice que soy la mejor.
Afortunadamente parece satisfecha con la mamá que le tocó en suerte, aunque la tele se siga empecinando en hacerme quedar en falta.
Oh, la tele nos "aporta" cada cosa... Hay que luchar bastante para que no influya demasiado en todo el grupo familiar, y no sólo en nuestros niños. Me encantó la vuelta que le diste, cómo hablaste de un problema grande de una manera dulce, con una mirada diferente, valorando la simpleza que los peques tienen a pesar de todo y sobre todo.
ResponderEliminar¡Cariños y buen día!
Sí, la verdad es que la tele aporta demasiado, de lo bueno y de lo malo...
EliminarBeso grande, Lauri!
Las madres de la tele...yo también me siento en falta ante ellas, y ni te digo cuando bailan largando florcitas mientras repasan los pisos.
ResponderEliminarBesotes
Imposible seguirles el ritmo con tremendas coreografías que se mandan cada vez que limpian, no?
EliminarQué competencia tan desleal!
Besotes!