Melanie Florian
En medio de una de esas charlas-debate que solemos tener en casa, mi hija menor me pregunta cómo es eso de hacerse de amigos nuevos ya “de grande”.
Ella ni recuerda cómo es que conoció a los actuales. Son sus mismos compañeros desde que tenían dos años. “Nos pusimos a jugar y listo”, me dice. “Pero… ¿Ahora? ¿Cómo se hace?”
El 2012 asoma con cambio de escuela, y mis hijas además de tristes, están asustadas.
Sé que van a crear vínculos tan sólidos como los que tienen ahora y se los digo... “Cuando quieran darse cuenta van a estar llenas de amigos nuevos, y van a sentir que los conocen de toda la vida”.
Y a pesar de mi certeza, de la enorme confianza que me da la nueva escuela, a pesar de todo, no logro evitar esa punzada chiquita de angustia que se me instala ahí, en el medio del pecho.
El 2012 asoma con cambio de escuela, y me despido de la de siempre sumamente agradecida.
Elijo mirar para adelante, un poco triste y asustada yo también… pero muy segura de la decisión tomada.
(Y Uds… ¿Cambiaron alguna vez a sus hijos de escuela?)
Hola! Te entiendo perfectamente!! Yo lloré a lágrima viva cuando tuve que sacar a la más grande del maternal de toda su corta vida, y hasta le escribí una carta al Jardín agradeciéndoles por todo. Es que nos mudábamos y no podíamos seguir yendo ahi.
ResponderEliminarCon ella tuve que cambiar 2 veces. Y cada cambio fue duro para mi, intuyo que para ella no. Sin embargo todavía le gusta preguntar por esos otros Jardines en los que estuvo. Hoy, cuando surge la sombra (jamás llega a algo concreto) de cambiarlos de turno, ni hablar de cole, yo me niego porque no quiero que tengan que cambiar otra vez más. Me gustaría que el próximo cambio sea elegido por ellos y a conciencia. Digo, sabiendo lo que pierden y lo que ganan. Pero si, la punzadita en el corazón... es fea...
Por otro lado, el cambio de cole es duro para nosotras, no se si para ellos. Tal vez tus hijas están más grandes que los mios y por eso las preguntas. Ánimo, que todo se supera!!
Gracias, Nika! Sí, supongo que uno se hace más problema que ellos, es que irse de un colegio que uno quiere es muy difícil. Una partecita de nuestros corazones queda para siempre ahí.
ResponderEliminarBesos!
Te entiendo taaaaanto.
ResponderEliminarMejor no te cuento mi experiencia, porque no fue positiva.
saludos